jueves, 16 de enero de 2014

Puntos distantes

En qué abandono me tienes!
Cuánto olvido nos separa!
Tú, sobre aquella nube de nieve;
yo, tras la vieja cumbre asfaltada.

La suerte, entre los dos, trazó
esta enorme distancia,
ungida de olvido,
adornada de nada.

Mas esta distancia existe
si existimos como puntos distantes.
Ven a mí, sin dudar un instante.
Mirémonos en silencio: lejanía menguante.
Borra mi olvido tuyo
con tu inocencia culpable;
adorna mi nada infinita
con aquella sonrisa afable.
Y de golpe, arranca mis suspiros con tus caricias!
invítame a existir, por fin!, después de besarte,
y a tus adentros, pleno, seguro, concédeme adentrarme!
que yo colectaré los pistilos de tu sino
que dejarás en mi vida,
cálidos, tibios, etéreos,
cuando se acerque el día
en que vuelvas a amarme.