El ISSPIC XV ya ha quedado atras. La convivencia diaria y a todo momento con los compañeros del IFUNAM y del Instituto de Materiales (UNAM) ya se acabó. No más comidas apresuradas por colocar bien la cámara o por llegar a tiempo a la mesa de registro o por andar cargando cajas. Debo decir que eso de estar en la organización del Congreso no es muy grato. Definitivamente es preferible participar aunque sea como asistente a ser parte del staff organizador.Oaxaca está hundida en la pobreza. Se observa en todos lados. En la carretera cuando entras, en la sierra, en sus calles en el centro, en su zócalo tomado, en sus universidades, en sus pintas contra el gobierno "asesino y fascista". No es que en la ciudad de México no haya pobres (sólo los esconden), pero hay algo en Oaxaca que lo vuelve más dramático. Se respira la discriminación y entre ellos mismos.
Yo felizmente regresé a chilangolandia. Fui recibido con los brazos abiertos por mi ciudad con el desmadre de siempre en la Zaragoza, ¡bendito sea! Otro día subo algunas fotos porque no traigo aquí mi cable. Al menos monsieur Angulo ya maneja mejor, aunque no sepa frenar con motor ni rebasar en carretera. En fin, veamos el epílogo:
De vuelta a la ciudad, a tratar de rehacer mi vida, a continuar con el trabajo que queda pendiente y que nunca, nunca termina; a tratar de hacer eso que siempre quiero pero que nunca puedo; a continuar con las metas de largo alcance que entre más se acerca uno más se alejan, y a buscar el amor que encuentro a diario en alguna esquina pero que siempre cuestan más de lo que trae uno en la cartera, y que se alejan de mi vida, al llegar al metro universidad.
Por eso, hoy más que nunca digo:
¡¡¡VIVA (LA CD DE) MÉXICO, CABRONES!!!!
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