sábado, 24 de septiembre de 2011

Presagios

Persiguiendo horizontes apareciste en mi vida. Surgiste distante entre céfiros lejanos. Sobre un rayo de luz nublaste mi conciencia. Traspasando mis sueños te acomodaste en un rinconcito, aquí cerca. Comiste de mi vida y dormiste en mi ser una mañana, muchas tardes y noches de espera.
De tu mano brotaron presagios, voces posibles de un jardín discreto donde tú y yo seríamos, por un instante, de amor eterno. Los presagios se hicieron, con el tiempo, pasado sereno. Lagos profundos, manantiales transparentes, con mi alma de fondo y nadando tus besos cuales peces multicolores.
Y de todos los presagios que tatuaste en mi cuerpo, omitiste dos importantes, consecutivos, inseparables: perder mi vida y que tú fueras mi única estrella; porque en cuanto fuimos uno, te dí mi vida a cambio de que te volvieras la mía entera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario