viernes, 26 de noviembre de 2010

Clapton, la autobiografía

Tengo muchos pendientes que contar en este blog. Pronto lo haremos conforme llegue la inspiración y el tiempo. Sobretodo lo segundo, porque el primero pues uno que es medio desvergonzado puede hacerse de la vista gorda.

Hoy hablaré de uno de los últimos libros que he leído: Eric Clapton, la autobiografía. Soy fanático de Clapton desde hace unos 5 años. El tiempo que tengo caminando por los pasillos de Facultad de Ciencias. Allí compré mi primer disco de él, pirata por supuesto, el "One more car, one more rider", un disco en vivo grabado por ahí del 2002. Las primeras veces que lo escuché me pareció que había tirado 50 pesos a la basura (el disco es doble). Ahora, está dentro de mi top ten personal.

La manera como Clapton canta, como desgarra la guitarra, como interpreta el blues, no deja duda de una vida dificil y tormentosa. Como Encías Sangrantes le dijo a Lisa Simpson: " uno no toca blues para sentirse menos triste, uno toca blues para hacer que las demás personas se pongan tristes". Y a lo largo de su autobiografía, aparte de que muestra unas dotes narrativas sorprendentes, encontramos infinidad de razones para interpretar del modo en que lo hace.

Pese a que en toda la lectura Clapton exagera en su humildad (jamás señala que es considerado el 4to mejor guitarrista de todos los tiempos según la revista Rolling Stone), sí se considera un afortunado de haber tocado con los mejores músicos de su tiempo. Resulta gracioso su comentario de que por un error fuera de su alcance, no llegó a tiempo la invitación a John Lennon para una de sus fiestas de cumpleaños en los años 70's, cuando ya los Beatles se habían separado. Con Paul, George y Ringo reunidos en su fiesta "hubiera sido la última ocasión en que los Beatles tocaran juntos". Claro, en su fiesta de cumpleaños.

En fin, hay muchas anécdotas de este tipo dentro de su libro. Las pedas que se ponía con los Stones, su inseguridad cuando trabajó en un album con Phil Collins ("yo decía que ya tenía buenas canciones para el álbum de Phil, canciones realmente buenas; luego iba en mi coche y escuchaba su último éxito y me decía 'Dios, yo no hago eso, lo que tengo para él en nada se asemeja a eso'", jeje), sus lances como pito suelto, la muerte de su hijo Connor. Pero la manera como él narra cada una de ellas te hace sentir que estas junto a él creciendo, haciéndote viejo, fumando "porros trompeteros", acabandote una botella tras otras, yendo y viniendo en sus viajes por carretera y, sobretodo, sufriendo.

Pero sin lugar a dudas hay dos, (¿cómo llamarlas?), relaciones en su vida que me parecen extraordinarias y tengo la necesidad de señalarlas por separado. Su relación con George Harrison y el problema con sus adicciones.

Clapton fue telonero de los Beatles. Y al principio del libro habla de que con George fue con el que más congenió (es muy chida la descripción que hace de John Lennon). Se volvieron grandes amigos. Y a lo largo de todo su libro habla de las peripecias que hicieron. George estaba casado con Pattie y Clapton se enamoró de ella. Muchas de las canciones más chingonas que tiene Clapton fueron escritas pensadas en la mujer de su mejor amigo. Ella se separó de George y se casó luego con Clapton, para unos años después separarse. ¿Y su amistad? Al cabo de los años sobrevivió y es envidiable la manera cómo narra el lazo profundo e intenso que los une. Sin embargo, cuando narra la muerte de George le dedica 2 líneas (George muere en el 2001 de cáncer). No más, pero en ellas, después de leer durante el libro entero todo lo que significó en su vida, sabes que esas dos líneas las escribe con un nudo en la garganta que te contagia. ¡Es la muerte de su mejor amigo, de quien significó tanto en su vida! En los preparativos de su funeral, Clapton estuvo al frente. Dejó de verlo durante años y no pudo estar cerca de él en su muerte; es lo menos que puede hacer. Creo que decir "amigos como Gerorge y Eric" es fuera de este mundo. Así lo siento yo.

También en su libro Clapton narra su terrible adicción a las heroína y al alcohol. Obviamente también le metía a la mariguana, a la coca y a todo lo que se pudiera. Pero hay un énfasis especial en la heroína y en el alcohol. Es dramática su situación. Yo no me considero un adicto a ninguna droga o al alcohol (él decía lo mismo), pero cuando lees su sufrimiento cuando no tenía su dosis o sus procesos de rehabilitación, sufres con él. Al menos así me pasó. Yo lo veía, ahí, tirado en el suelo, temblando, casi convulsionándose, rogando por su dosis, y yo temblaba. No quisiera hablar mucho de eso, preferiría que leyeran el libro, pero sí quiero mencionar que él narra que conoció a muchos amigos que no sobrevivieron a sus adicciones, incluso mujeres con las que vivió. Él sí, y las razones de esto según él mismo, son dos: la música y un arrebato de humildad que tuvo en lo más intenso de su rehabilitación.

Creo que ésta es una gran lección que me llevo del libro de Clapton. No importa qué tan denso veas tu panorama, no importa que tan terrible o solitario o decepcionante se vislumbre tu futuro, no importa que un día despiertes y digas "¡¿quién diablos soy?!, ¡¿qué chingados he hecho con mi vida?!", y vaya que Clapton sabe de lo que habla, si tienes en algún rincón tuyo un "algo" que te ancle a la vida, al mundo, será más fácil continuar. Clapton lo tuvo en la música. Todos debemos buscar ese algo dentro de nosotros.

El gran sabio Dr. House dice que no hay procesos de rehabilitación para adictos. Ninguno funciona. Y si hay pacientes que después de un tratamiento de rehabilitación no volvieron a consumir nada fue porque no vivieron lo suficiente (jeje). Clapton está ahora rehabilitado y lleva más de 25 años sin beber y más tiempo sin consumir drogas. Ahora, con sus sesentaytantos años vive una etapa de su vida que jamás gozó: la estabilidad.

Yo siempre me he preguntado qué puede orillar a un hombre a dejar de beber. En mi propia persona no podría encontrar razón alguna. Pero cuando lees la vida de Clapton, es necesario hacer una pausa y decir "hey, él lo hizo, entonces debe haber algo bueno para hacerlo". Qué pena que en este momento yo no vea alguna, jeje sobretodo porque no soy adicto.



PD.
What will you do when you get lonely?

miércoles, 17 de noviembre de 2010

De los enamorados...

Jeje que mamada la entrada anterior. Pero pues que puedo hacer. Me dan entrada, me dan cel y me dicen "luego te llamo", uno al menos espera la llamada. No como siempre que me batean y nomas cuelgan jetas de que ya se hartaron de mí, jeje. Al final sí me llamaron que es lo importante . Como pinche crío andaba, dijo sabiamente el simio. Qué le voy a hacer, si como dice Sabina "me enamoro de todo, me conformo con nada: un aroma, un abrazo, un pedazo de pan".

Y como estamos muy contentos, pase lo que pase, pues vamos a poner una rola chida.

Alejandro Filio - De los enamorados



Hay tantos que corren y viven buscando
Que pasan deprisa, que siguen de largo
Sin ver a su lado, sin ver a su lado...

Que chingon.
¡Ay puto!

lunes, 15 de noviembre de 2010

A tu vuelta o a olvidar tu partida

Como que no están terminados y al menos faltan dos versos más, pero no encuentro en estos momentos "la palabra precisa, la sonrisa perfecta" diría Silvio. Chinga, ¿pa'que me diste tu teléfono si no querías que te llamara? Poca madre...
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Sin respuesta me tienes, no me llamas,

no contestas mis mensajes; ni de noche,
ni de día, ni tardes ni mañanas,
y yo sufro tu ausencia que se esconde
y que marchita mi única esperanza.

El silencio atestigua mi agonía,
el teléfono ancla mis pensamientos
a tu vuelta o a olvidar tu partida,
y me consumo con mis sentimientos
de hallar tan pronto pueda una salida.

Volveré a llamar, y al escuchar tu voz
sabré si quieres venir o alejarte;
y sin importar tu esquiva decisión
guardaré tu sonrisa al abrazarte
la mañana en que al besarte salió el sol.

domingo, 7 de noviembre de 2010

¡¡Ahora sigue Pittsburgh!!

¡Ay papá que feliz soy! ¡Chingue su madre CONACyT, chingue su madre la paz mundial, chingue su madre el puto espurio! ¡¡Que se oiga en todos lados!! ¡¡¡GANARON LOS RAIDERS!!!!

3 victorias seguidas, 3 triunfos divisionales, record de 5-4 en la 9a semana. Estamos sólo medio juego abajo de los líderes de la división que es Kansas. Si en la siguiente semana Kansas pierde en Denver, entonces nosotros subimos como líderes divisionales. Hacía años que no peleabamos la división. Y hoy ganamos al estilo Raider: contra los árbitros, con más de 100 yardas por castigos, golpeando al rival, con grandes atrapadas y, lo mejor, ¡contra esos cerdos rojos!, ¡qué victoria!

¡Qué bien se ven estos Raiders! Son un equipo totalmente diferente al de las primeras 3 semanas. Balanceado ofensivamente; por fin ya tenemos mariscal de campo; buenos corredores y los receptores ya no sueltan las bolas; y a la defensa se comportan a la altura, aunque siguen jugando todos a lo tradicional en Raiders: un buen de castigos.

Viene nuestra semana de descanso y despues a visitar un auténtico muladar, el Catsup Stadium, la pocilga de los Steelers. Con esos grandes fans que existen para los acereros. Ni saben como va su equipo pero como siempre gana pues a ese le van...

Y como colofon, gané esta semana la quiniela...

Venga Raiders... ¡¡¡A ganar!!!

Jusy win baby!!!

viernes, 5 de noviembre de 2010

Pinche CONACyT

Por culpa de su burrismo y extravío electrónico de mis papeles, ya no me otorgaron la beca mixta. Pinches changos mensos cerebros de pájaro... Pero hay un Dios que todo lo ve y que todo lo sabe a frambuesa de melón cuando saliendo entre las sombras conseguí mi almuerzo....

¡¡¡¡¡¡¡¡HDSRPM!!!!!!!