Estoy a punto de llorar. Pocas veces me había sentido tan cercado, en callejón sin salida. Las buenas noticias recibidas no hacen que esto mejore, sino empeoran las malas. Ya empezaron las noches de insomnio. Con lo neurótico que soy no tarda en que me empiece a brincotear el ojo y me encanesca más...
El 21 de diciembre veremos. Si hay buenas noticias todo se pondrá peor; irónicamente si las noticias son malas, todo se relajará más.
Igual es el destino.
"Y aprendí que estar quebrado
no es el infierno de Dante
ni un curriculum brillante la lámpara de Aladino,
cuando me hablan del destino cambio de conversación..."
¡Eeeeso es!
Y si a una vuelta te toca hocicar, Aguanta Canejo, sufra y no llore, que un Raider Sabinero no debe llorar....
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