- Green Bay ganó el SuperBowl sobre Pittsburgh. Que bueno. Me alegro. Caen gordos esos acereros. El trofeo Vince Lombardi regresa a la ciudad más pequeña de la NFL: regresa a casa. Gran actuación de Aaron Rodgers. Se sacudió el recuerdo del general y de Bart Starr. Toda la defensiva de Green Bay se lució pese a las lesiones. Aun no entiendo porqué Pittsburgh no corrió más; no había necesidad de lanzar tanto ni cuando estuvieron abajo por 18 puntos. En fin, bravo por los Packers.
- Que onda con Egipto. Primero fue Tunez, luego siguió Egipto y así seguirán cayendo algunos regímenes endebles. Muchos hacen gran alharaca del triunfo del pueblo, de la victoria por redes sociales y que es un buen golpe a los estados fallidos que oprimen al pueblo y que vendrán más. En realidad no veo la razón de estar tan contentos. Sea el país que fuera, el vacío de poder que queda tras la renuncia de un presidente, sobretodo por presiones sociales como en estos casos, permitiría que cualquier personaje ocupe ese lugar, incluso siendo aun peor que el anterior. Hay que ser muy serios en estos casos y yo no veo razones para echar las campanas al vuelo. ¿Porqué el ejército no apoyó al presidente Mubarak? ¿Por defensa del pueblo? Eso sólo puede creerlo un niño inocente. ¿Para apoyar a otro personaje? Eso es más lógico. ¿Con el beneplácito estadounidense? Por supuesto. La historia nos da notables ejemplos de cómo estos vacíos de poder traen más sufrimiento que oportunidades a los pueblos. Sólo queda esperar y observar con conocimiento.
- El caso de Aristegui. Es de notable hipocresía lo que dijo MVS tras el despido de Carmen Aristegui: por haber violado el código de ética. Si te pones a escuchar cualquier tipo de noticiario, el que sea, lo que menos hace es darte noticias objetivas. La mayoría del tiempo se la pasan dando su opinión los informadores, pero mezclándola con noticias reales. ¡Es una burla! Uno ya no alcanza a distinguir cuándo un comentario emitido por estas hienas de la información es una nota periodística o un comentario personal. Lo venden como libertad de expresión y esa es otra gran mentira. Carmen Aristegui debe regresar a la radio, pero no porque sea la única periodista objetiva del medio, sino porque es una voz diferente a las demás y la pluralidad siempre será enriquecedora.
- La presión de la Presidencia. No es nuevo que la presidencia presione a los medios para que den notas a su gusto. Así ha sido desde siempre. Por eso es notable que diarios de tendencia sumamente opositora al poder como la Jornada o Proceso hayan sobrevivido. Ahora bien, a diferencia de hace 10 años, la presidencia era quien mandaba a los medios. Ahora, Calderón tiene que hablar con Televisa y TvAzteca para saber qué desean para seguir hablando bien. El padre de Azcarraga Jean lo dijo muy bien en su tiempo: soy un soldado del presidente. Hoy, más bien diría: el presidente es un buen cliente. Claramente, las cosas han cambiado.
- La crisis en México. Ya no queda mucho que decir acerca de los terribles momentos de violencia que vivimos en México, consecuencia de la corrupción y la impunidad de años y de tener a los gringos de vecinos. Lo que más aterra, como dijo Serrat, es que nos acostumbremos a tanta violencia. Yo añadiría que además de acostumbrarnos, nos volvamos indiferentes.
Hoy no habrá poesía,
ni anhelo de abrigo,
ni yo sin sonrisa
ni tú en el olvido.
Hoy no habrá sonetos
zurcando esta noche,
ni sueños dispuestos
para mi derroche.
Hoy no habrá poeta
de esta desventura,
ni barrio tristeza,
ni calle amargura.
ni anhelo de abrigo,
ni yo sin sonrisa
ni tú en el olvido.
Hoy no habrá sonetos
zurcando esta noche,
ni sueños dispuestos
para mi derroche.
Hoy no habrá poeta
de esta desventura,
ni barrio tristeza,
ni calle amargura.
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