viernes, 24 de abril de 2009

Las Venas Abiertas...


Soy un hombre de izquierda que abraza el comunismo. También soy misántropo y un poco hipocondriaco por mero gusto. Para creer en el capitalismo y neoliberalismo o más bien para no creer en el socialismo o en el comunismo basta con caminar por la calle, escuchar la radio, ir al cine, ver películas y novelas. ¿Porqué? Pues porque ahí están las razones para no creer en ello y aceptar que el mundo gira con el capitalismo como eje y ya. Así ha seguido y así seguirá, jeje. Más claro no se puede. "Las cosas son así, no hay porqué quererlas cambiar", es la premisa esencial. En cambio, para llegar a la idea comunista hay que leer, analizar y estudiar, convencerse con argumentos, no con cotidianidades, rutinas ni con lo que me muestra la tele en el Prime Time.
Platicando con caballeros comunistas radicales (jeje que chido sonó eso), entre relatos de exilio y las descripciones de las crujías de Lecumberri, uno escucha que: "La derecha es ignorante. Su filosofía carece de lógica y de argumentos. Por el contrario, si algo ha caracterizado a la izquierda es que crece gracias a grandes pensadores, gente brillante capaz de debatir sus ideas. La derecha es sorda y muda en ese sentido". A todas luces ignorante pues.
O sea todo este rollo para dónde va. Jeje pues es que hace unos días se llevó a cabo una de esas cumbres importantes en un país de América que nadie, en promedio, podría señalar en un mapa. Una de esas reuniones tipo premios TvyNovelas de los jefes de Estado, donde comen, pronuncian discursos plagados de retórica, se toman la foto y se van no como llegaron, porque seguramente llegaron con hambre y al menos se van comidos. En esta cumbre que no recuerdo su rimbombante nombre, la nota se la llevó el encuentro, hasta hacía unos meses inconcebible, entre el Presidente de Venezuela Don Hugo Chávez y el Presidente de Estados Unidos mi cuate Obama. Chávez es la principal figura opositora del Estado Imperialista que encarna Obama. Pero la nota no se la llevaron las fotos donde aparecen sonriendo, saludándose y conversando este par de elegidos democráticamente por sus respectivos pueblos. No, no. La nota se la llevó el obsequio de Chávez a Obama: un libro.
¿Cómo puede llegar un libro a convertirse dramáticamente en el centro de atención? Regalar un libro puede resultar en dos caminos opuestos. Si a quien regalas un libro resulta ser un acéfalo ignorante, pues el regalo resulta en una ofensa terrible ("¿Un libro? No mames, mejor me hubieras dado el varo", me dijeron alguna vez). Por el contrario, si el destinatario resulta ser un "lector", como se definió Obama en cuanto lo recibió, el regalo resulta ser un halago, un grato presente. Ahora que lo pienso, nunca nadie me ha regalado un libro. Ha de ser por que me piensan acéfalo o ignorante o igual ambas. Creo que me prostituiría por un buen libro. Mmm, aunque pensándolo bien mejor no. Hay libros muy malos. Y caros.
En fin, el punto es que Chávez, con su obsequio Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, consigue iniciar la ofensiva contra el Imperio llevando la batalla a los terrenos donde la izquierda no puede perder porque de ahí proviene: del terreno de las ideas y del pensamiento. Chávez regala un caballito de Troya lindamente empastado a Obama que lo recibe con alegría y gusto. Caballito de Troya porque lo llevó a su país y en cuanto llegó, el caballito hizo explosión en estricto sentido figurativo. No he leído el libro, pero ya forma parte de mi lista de pendientes. He leído otros similares, por ejemplo uno "La Trukulenta Historia del Capitalismo" del gran Rius, un buen acordeón para cualquier antiimperialista. En fin, el libro de Galeano es un ensayo duramente crítico del colonialismo europeo y norteamericano a toda América Latina, exhibiendo y documentando el brutal saqueo que durante siglos ha sido objeto el pueblo latinoamericano. ¡Jeje, que astucia del presidente Chávez! Al menos espero que le haya puesto una dedicatoria más o menos así: "Con cariño te entrego este libro que reseña y documenta que toda la miseria y pobreza que existe en el pueblo latinoamericano al que pertenezco, se debe al colonialismo europeo y al expansionismo de inmigrantes europeos que hoy residen en norteamérica, aquellos a los que tú hoy representas.". Ojalá la haya escrito en inglés, porque Obama no pela el castellano ni por Salma.
Jeje lo mejor es que ahora el libro de Eduardo Galeano está en los Best Sellers de Amazon.com. O sea, dejenme aclarar esto mientras tomo aliento: junto al estante que integran libros de absurdas novelitas del corazón, de superación personal, de vampirillos promiscuos, de magos mágicos en mundos mágicos donde la magia reina y hace magia y de aventuras mal escritas, está un libro de radical estirpe revolucionaria comunista. ¡Felicitaciones Presidente Chávez! ¡Con su inocente gesto ha conseguido que mucha gente se acerque a las razones revolucionarias de la lucha que encabeza! ¡Enorme propaganda a un libro que explica la razón de la profunda desigualdad en América Latina y el origen de la riqueza en Europa y Estados Unidos! ¡Que las ideas cambien al mundo!
Jeje por eso los periodistas norteamericanos se desgarran las ropas hablando de Chávez el reptil, Chávez el monstruo que abusa de la inexperiencia política de Obama. ¡Ese Oppenheimer casi se colapsa! "¡Jamás debió aceptar ese libro que es antiestadounidense y antieuropeo, y menos a manos de ese demonio de Chávez!", vituperó ante sus cámaras jejeje.
Para el Presidente Obama no le queda más que reunir a su ejército y exaltar al noble espíritu patriótico (patriotero para mí) norteamericano. La derecha le ha apostado siempre al uso de la fuerza. La izquierda, a las ideas. ¿O no Presidente Chávez?
¡Que maniobra de artista!
¡Jaque Mate!
Sorry Mr. Obama; I mean, Chessmate!
Y para celebrar vamonos con un clásico de Silvio Rodríguez. ¿Hablamos de izquierda? Pues escuchemos rolas de izquierda. Un clásico de la isla. De Cuba para el mundo, El Necio. Incluyo la letra. Vale la pena.


El Necio - Silvio Rodríguez

Para no hacer de mi ícono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no se lo que es el destino,
Caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
más yo seguiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).

Yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví.

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.

Yo no se lo que es el destino,
Caminando fui lo que fui,
Allá Dios que será divino,
Yo me muero como viví.

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